Piensas que ya es tarde para darle al propósito de mejorar tu salud, hacer ejercicio o comenzar la dieta… claro que no ¡nunca es tarde!
Lo más importante es dar el primer paso y hoy quiero compartir seis básicos saludables que te puedan ayudar a mejorar tu calidad de vida.
Duerme, aunque dormir es una actividad que todos hacemos, la verdad es que no lo realizamos bien y que es fundamental para la salud.
Lo ideal es dormir de 6 a 10 horas continuas, de preferencia debe de ser por las noches y lejos de aparatos que irradien luz intensa.
Toma abundantes líquidos, al hacerlo permitirás que tu cuerpo se desintoxique de los desechos generados por la comida o por la exposición a agentes contaminantes.
¿Cuántos líquidos necesitas tomar? va de los 2 a 3 litros diarios, incluyendo el agua de los alimentos que va de 500 a 1000 mililitros.
El resto debe de ser en su mayoría de agua purificada, agua de frutas naturales, tés e infusiones o café sin adicionar azúcares.
Come abundantes verduras y frutas, puedes iniciar comiendo dos porciones de cada una al día. Al hacerlo consumes suficiente cantidad de minerales, vitaminas y fibras.
Come proteínas, con esto quiere decir huevo, carnes u oleaginosas. Este grupo de alimentos te permitirá sentirte satisfecho la mayor parte del día.
El comer proteínas te ayuda a evitar los antojos o las comidas innecesarias, lo que te ayudará a mantener tu peso.
Muévete, esto puede ser practicando algún deporte o actividad recreativa. Con ello mantendrás la salud de tus articulaciones y huesos.
Además controlarás tus emociones negativas, le dirás adiós a la flojera, el estrés y la tristeza. Recuerda que todo movimiento físico tiene un impacto emocional.
Se recomienda hacer de 15 a 20 minutos de actividad física diarios, puedes iniciar haciéndolo cada tercer día. Al mes aumenta el tiempo y frecuencia.
Ten una rutina establecida, aunque no lo creas esto te facilitará las actividades del día y estoy segura de que no olvidarás ningún pendiente.
Agarra papel y lápiz anota tus actividades comunes en cada día, horarios y tiempo promedio de realización, el lugar e incluso si lo haces acompañado.
Ve ordenando poco a poco cada actividad, por favor incluye tiempo para relajarte, descansar y dormir. No es necesario que toda tu semana esté repleta.
Con estos seis puntos que comiences a realizar, sin importar que sea uno a uno en tus días notarás cómo las cosas empiezan a cambiar.
Una vez que ya los hayas adoptado como hábito, date oportunidad de aumentar su frecuencia, cantidad de consumo o forma de preparación.
Ten paciencia, los grandes cambios requieren de tiempo. Mínimo un lapso de 24 a 30 días para que sea considerado un hábito o costumbre.
Pasado este tiempo, verás que cada acción ya será parte de tu rutina y podrás mejorarla; ahora si será tiempo de experimentar con cosas nuevas.
Olvídate de comenzar con comidas extrañas para ti, ejercicios intensos o rutinas que no se adapten; esto solo generará frustración y enojo.
Dale oportunidad a cosas sencillas y verás más resultados.