La época del año en que ponemos mayor esfuerzo y dedicación a lo que deseas es justo enero, mes en el que: te pones a dieta, haces ejercicio, dejas de fumar y prometes leer muchos libros,
entre muchas cosas más.
Sin embargo pasados los primeros treinta días del año estadísticamente el 90% de las personas abandonamos dichos propósitos ¡solo 1 de cada 10 los logra!
Algún año, si no es que todos hemos estado dentro de dicho porcentaje. Incluso llega a ser común que al hacer la lista de propósitos decimos “igual no los voy a cumplir”; Seguramente te has preguntado por qué tendemos a abandonar esa lista de deseos, hoy te contare tres errores comunes que nos llevan a dejarlos:
¡Buscas resultados mágicos y rápidos!
A fin de año prometemos que el próximo haremos o tendremos aquello que durante el que se acabó no pudimos. Por eso nos enfocamos en tenerlo lo más rápido posible cueste lo que cueste, olvidando que llegar a ese punto llevó meses, años… incluso la vida.
Se nos olvida que justamente tenemos doce meses para, educarnos y trabajar en eso que deseamos; plantea pequeños objetivos que te lleven al propósito real.
Por ejemplo, si tu propósito es mejorar tu alimentación comienza por incluir las verduras y frutas que ya te gustan en tus menús diarios. En la segunda semana incluye una fruta y una verdura que nunca has probado o que rara vez
consumes a las preparaciones.
Así en la semana tres podrás incluir más alimentos y para la semana cuatro tendrás el hábito de comer frutas y verduras más variadas.
¡No planeas, ni organizas!
Cuando planeas un viaje otra ciudad buscas las rutas a través de las cuales puedes llegar, supervisas que el tanque de gasolina este lleno e incluso haces tú playlist.
Esto con la finalidad que el viaje sea una experiencia agradable y divertida. Lo mismo aplica y es necesario para llegar a tus objetivos.
Una vez que tengas ese propósito, piensa:
- ¿Cuánto tiempo te llevara lograrlo? ¡Ponle una fecha de caducidad!
- ¿Quiénes pueden acompañarte? ¡Rodéate de personas que tengan objetivos similares!
- ¿En qué horario del día puedes realizarlo?
- ¿En qué lugar puedes hacerlo?
- Necesitas adquirir o deshacerte de algunas cosas para llevarlo a cabo.
Ahora escríbelo, decóralo y colócalo en un lugar donde lo puedas ver constantemente, eso servirá como recordatorio de lo que vas a lograr.
¡Deja de compararte!
Claro es válido tener un ejemplo a seguir o alguien que nos inspire en cuanto a lo que nosotros tenemos planeado lograr. Pero eso no quiere decir que puedas y debas hacer lo mismo que esa persona, todos los individuos somos diferentes ¡somos individuos únicos!
Es decir, lleva a cabo solo aquellas actividades o cosas que puedas hacer de acuerdo a tus capacidades y aptitudes, incluso pide ayuda.
Acude con profesionales en el área que deseas trabajar para que te acompañen a realizar un plan lo más adecuado para ti. Por ejemplo…
Si deseas tener un peso saludable, será necesario que te hagan una evaluación nutricional y un
menú acorde a tus gustos alimenticios y de ejercicio; Puedes revisar diversos métodos de alimentación o de actividad física de health coach, amigos o bloggers; tomar ideas y ajustarlos a ti.
Pero jamás repliques las mismas acciones, esto podría ocasionarte un daño a la salud temporal, incluso irreversible. Respeta tu cuerpo y sus capacidades.
Estos son los tres factores más comunes que he detectado impiden llegar a lograr lo que te
propones a inicio de año. Son cosas simples que puedes aplicar en cualquier aspecto de tu día a día. Comienza aplicando uno, veras como te llevará a poner en práctica el resto.